lunes, 9 de noviembre de 2009

La cara oculta de Facebook

Hay que ver este video....

jueves, 10 de abril de 2008

JUSTO BRITO Y JUAN TABARE


Justo Brito y Juan Tabare,
hombres de vera y peinilla
como no pare otra madre,
por una vieja rencilla,
en el lugar que se vieran
la muerte juraron darse.


Dicen que el primer encuentro
lo tuvieron en un baile,
cuando iba Justo Brito
con Paulina Colmenares,
bailando un zumba que zumba
de esos que entibian la carne.


“¡ Dame una paloma, Justo!...,
dame una paloma, vale"
gritóle desde un escaño
el temible Juan Tabare.


Pero Brito, en los espasmos
que da la fiebre del baile,
contestóle con la espalda,
sorda expresión del desaire.


“Ten en cuenta, Justo Brito,
te lo juro por mi madre,
que el desprecio que me has hecho
nunca me lo hizo naide…;
¡ yo te enseñaré ca…rrizo…,
cómo se ofende a un Tabare ¡”


Pasaron muchos veranos
desde la noche del baile,
más el rencor de los hombres
es difícil que se acabe.


En un claro de sabana
que dora el sol de la tarde,
se encontraron de repente
Justo Brito y Juan Tabare.


Al mirarse frente a frente
les templó el rencor la sangre;
no se dijeron palabras,
y en el furor de la lucha
las peinillas avarientas
casi cortaban el aire.


Dura y larga fue la brega,
y al morir aquella tarde
ambos estaban de bruces
en un gran charco de sangre.


Mañana dirá el que llegue
al propio estilo del lance:
“Fue por una palomita”
de Paulina Colmenares
que así se dieron la muerte
Justo Brito y Juan Tabare.
” ¡Dos hombres de pelo en pecho
como no pare una madre ¡


Angel C. Bello

martes, 1 de abril de 2008


Somos eternos...siempre podremos volver.


Somos eternos...siempre podremos volver.


Somos eternos...siempre podremos volver.

lunes, 31 de marzo de 2008

Gian Franco Pagliaro: Poema#20 De Neruda




Gian Franco Pagliaro: El Pacto




Gian Franco Pagliaro: Despues De Ti




Gian Franco Pagliaro: Una Parte De Mi

jueves, 27 de marzo de 2008

martes, 25 de marzo de 2008


Somos eternos...siempre podremos volver.


Somos eternos...siempre podremos volver.

Los Pesares by Richard Clayderman




Please Release Me by Engelbert Humperdink




Please Love Me Forever by Bobby Vinton

IL DIVO - Regresa a mi

BALADAS EN ESPAÑOL - NO HAY OTRA MANERA

No se si es amor - Roxette - baladas en español

Poemas de amor

viernes, 21 de marzo de 2008


Somos eternos...siempre podremos volver.

martes, 18 de marzo de 2008

Haz click arriba de la imagen para leerla...

Somos eternos...siempre podremos volver.


Somos eternos...siempre podremos volver.


Somos eternos...siempre podremos volver.


Somos eternos...siempre podremos volver.



REDONDILLAS




Hombres necios que acusáis

a la mujer,sin razón,

sin ver que sois la ocasión

de lo mismo que culpáis;




si con ansia sin igual

solicitáis su desdén,

por qué queréis que obren bien

si las incitáis al mal?




Combatís su resistencia

y luego, con gravedad,

decís que fue liviandad

lo que hizo la diligencia.




Parecer quiere el denuedo

de vuestro parecer loco,

al niño que pone el coco

y luego le tiene miedo.




Queréis, con presunción necia,

hallar a la que buscáis

para prentendida, Thais,

y en la posesión, Lucrecia.




¿Qué humor puede ser más raro

que el que, falto de consejo,

él mismo empaña el espejo

y siente que no esté claro?




Con el favor y el desdén

tenéis condición igual,

quejándoos, si os tratan mal,

burlándoos, si os quieren bien.




Opinión, ninguna gana,

pues la que más se recata,

si no os admite, es ingrata,

y si os admite, es liviana.




Siempre tan necios andáis

que, con desigual nivel,

a una culpáis por cruel

y a otra por fácil culpáis.




¿Pues como ha de estar templada

la que vuestro amor pretende?,

¿si la que es ingrata ofende,

y la que es fácil enfada?




Mas, entre el enfado y la pena

que vuestro gusto refiere,

bien haya la que no os quiere

y quejaos en hora buena.




Dan vuestras amantes penas

a sus libertades alas,

y después de hacerlas malas

las queréis hallar muy buenas.




¿Cuál mayor culpa ha tenido

en una pasión errada:

la que cae de rogada,

o el que ruega de caído?




¿O cuál es de más culpar,

aunque cualquiera mal haga;

la que peca por la paga

o el que paga por pecar?




¿Pues, para qué os espantáis

de la culpa que tenéis?

Queredlas cual las hacéis

o hacedlas cual las buscáis.




Dejad de solicitar,

y después, con más razón,

acusaréis la afición

de la que os fuere a rogar.




Bien con muchas armas fundo

que lidia vuestra arrogancia,

pues en promesa e instancia

juntáis diablo, carne y mundo.




Sor Juana Inés de la Cruz